Polémica entre los economistas por el stocks de las Leliqs

Mientras algunos afirman que se trata de un problema porque presionan sobre el mercado cambiario, para otros no es una prioridad su cancelación en el corto plazo.
Las Letras de Liquidez (Leliq) dividen opiniones entre quienes aconsejan eliminarlas en el corto plazo y los que sostienen que no son una prioridad a resolver y que recién en tres o cuatro años podrían ser un problema, según distintos economistas.
Miguel Kiguel consideró que “no es un tema que tendría que ser la prioridad del pensamiento económico”, ya que “representan la mitad tanto en dólares como en porcentaje del PBI, de lo que llegaron a ser las Lebacs”.
Kiguel sostuvo que “no vemos inconvenientes para financiar” el pago de las Leliqs, aunque identificó como “un problema” a la tasa de interés, superior al 70% anual.
Estas letras “pueden ser un problema de acá a tres o cuatro años”, pero “en un contexto razonable dónde baje la inflación y que el Banco Central no tenga que financiar al Tesoro, dejan de ser un problema”, sostuvo el director de la consultora Econviews.
Con una visión similar, otro economista, Alejandro Bianchi dijo que las Leliqs “hoy no son un problema, es presión contenida, pero se pueden seguir renovando”.
Bianchi sostuvo que “es un factor que en el orden de las preocupaciones no debería estar en las prioridades.
Mucho más importante es controlar el tipo de cambio, porque si baja la volatilidad, la inflación debería bajar”.
“En algún punto las autoridades deberán convencer al mercado y lograr que la inflación se estabilice”, de manera de “poder bajar la tasa y así hacer que la bola de las Leliqs sea más manejable”.
“PRESIÓN CAMBIARIA”
Con otra mirada, la economista Luz García Balcarce advirtió que “las Leliqs son un problema como lo fueron las Lebacs en su momento”, porque “generan presiones sobre el mercado cambiario”.
García Balcarce consideró “muy difícil” establecer “cuándo las Leliqs pueden ser una bomba contra el dólar, pero lo que estamos viendo es presiones todas las semanas”, con el agregado de que “una noticia negativa en el plano político puede despertar una reacción” en la tasa.
En su opinión, “una solución posible podría ser estirar los plazos, que vayan a títulos más largos, pero eso genera incertidumbre”.
A su turno, el economista Diego Giacomini recordó su propuesta de eliminar las Leliqs con dólares del Fondo Monetario Internacional (FMI).
“La eliminación de las Leliqs reduciría gran parte de la inconsistencia dinámica de la política monetaria, permitiendo que no haya permanentes cambios que destrozan la reputación y credibilidad del BCRA”, dijo.
Si se logra el cometido, también se “desplomarán las expectativas de devaluación e inflación, dando lugar a que baje la inflación observada”, agregó.
“Sin eliminar las Leliqs y sin limpiar el balance del BCRA, lo más probable es que la caída de la demanda de dinero se acentúe, las expectativas de devaluación y de inflación se incrementen, el dólar, la inflación y la tasa de interés continúen subiendo mucho más” consideró, para rematar que “es lo que está comenzando a suceder”, advirtió Giacomini.
Las Leliqs fueron creadas durante la presidencia de Federico Sturzenegger en el Banco Central, a principios de 2018.
Son títulos a siete u ocho días de plazo que se licitan diariamente y solo pueden ser suscriptas por los bancos. Ocho meses después de su puesta en marcha, las Leliqs pasaron a ser la referencia de la política monetaria, en reemplazo de las Lebacs.
A fines de septiembre de 2018, tras la asunción de Guido Sandleris como presidente del BCRA, el protagonismo de las Leliqs creció aún más. En la actualidad el stock de Leliqs supera el billón de pesos.