Se extiende la brecha de precios entre el productor y la góndola

La brecha de precios para los principales productos agropecuarios que se sirven en la mesa familiar subió 7,8 por ciento en diciembre, con lo que los consumidores pagaron 5,11 veces más de lo que cobró el productor en la tranquera de sus campos, impulsado fundamentalmente por el precio final de la papa, la zanahoria y la mandarina.
Los datos surgen del Índice de Precios en Origen y Destino (IPOD) que elabora el sector de Economías Regionales de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), en base al cotejo de precios diarios online de los principales supermercados del país, más de 700 precios de verdulerías y mercados para cada producto, y valores de origen de las principales zonas productoras.
La diferencia entre lo que cobró el productor y lo que pagaron los consumidores, en promedio, en diciembre fue de 5,11 veces; en noviembre, 7,74 veces; y en octubre, 5,4 veces.
Más allá de los productos con mayores aumentos que dejó diciembre, los de brechas más altas fueron: la naranja, que multiplicó su precio por 11,9 veces desde que salió del campo (levemente por debajo de las 12,4 veces de noviembre, pero manteniendo siempre brechas muy altas); la pera con una multiplicación de 11,4 veces; la zanahoria con 7,1 veces; la lechuga, 7 veces; la manzana, 6,6 veces, y el limón, con una diferencia de 6,2.
En tanto, los productos con menor brecha fueron: el pollo con 1,26 veces; la frutilla, con 2,17 veces; el huevo, con 2,32 veces; la berenjena, con 3,33 veces; y la papa, con una diferencia de 3,41.
Al analizar los productos del campo de manera individual, los dos extremos fueron el precio de la naranja, con una brecha de 11,9 veces en diciembre, y, en el otro extremo, la carne de pollo, con una diferencia de 1,26.
Demanda interna
La sostenida depresión de la demanda interna, debido a la caída generalizada del salario real en los últimos años, es uno de los factores que demora la recuperación de la actividad, de acuerdo con el último informe de la consultora Ecolatina. “En este marco cobra relevancia el plan para ‘poner plata en el bolsillo de la gente (de menores ingresos)’, que no solo fue una plataforma electoral del oficialismo, sino que es necesario para frenar la caída del consumo”, señaló en su informe titulado “Poder adquisitivo y un nuevo año en rojo”.